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Lago Titicaca: el lago de los pumas de piedra

Lago Titicaca: el lago de los pumas de piedra

Según el cronista peruano Inca Garcilaso de la Vega, la aparición de los primeros quechuas coincide con la leyenda donde se explica el origen de los incas. El primer gobernador inca Manco Cápac y su esposa Mama Ocllo nacieron de la espuma formada en las aguas del Lago Titicaca. Su padre el dios Inti (el dios Sol) les dio la orden de fundar el Imperio TahuantinsuyoTierra de las cuatro regiones: el Imperio de los Incas. El extenso espejo de agua se convirtió así en la cuna de la estirpe indígena que desde el siglo XIII hasta el siglo XVI se extendió por América del Sur.

Las leyendas que envuelven a este lago navegable (uno de los más elevados del planeta, situado a 3.812 metros sobre el nivel del mar), lo relacionan con la creación de la maldad y codicia de los hombres, bajo la insistencia y provocación de los espíritus del mal. Las lágrimas del dios Inti al ver los pecados del hombre, formarían el lago más extenso de América del Sur (8.300 Km2) y bajo este diluvio divino miles de pumas se volvieron de piedra y sólo quedaron vivos un hombre y una mujer.

En esta gran masa de aguas transparentes, situada entre Bolivia y Perú, existen más de 41 islas. Las islas más importantes de la parte peruana son: Taquile, Amantaní, Suasi y Soto, de la parte boliviana son la Isla del Sol (Isla Titicaca) y la Isla de la Luna (Isla Koati). Aquí habitan las diferentes etnias que se agruparon tras la desaparición de las civilización Tiahuanaco (una civilización preincaica que existía alrededor del año 1500 a. C.). Los 16 reinos que se formaron alrededor del Lago Titicaca después de esta civilización, prevalecen en las comunidades actuales de aimaras, quechuas y uros que aún viven en las islas del lago.

Algunos de estos “hombres y mujeres del agua” habitan en islas flotantes construidas en totora; una hierba robusta cuyas hojas pueden ser trenzadas para la confección de cestos, barcas e islas. Las islas flotantes de los uros son un espacio digno de estudio y admiración. Las casas, los corrales para los animales y sus medios de transporte, están confeccionados con hojas de totora y la sensación de pisar un elemento vegetal blando y flexible que flota sobre el agua, es toda una experiencia.

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